bienvenidos



30 abr 2013

EL MAGO (el educador)


Si no hay magia, no hay transformación...
El diccionario de la real academia dice que ser docente es enseñar. La vida en cambio demuestra que ser docente es más que enseñar un concepto. Es mediante sus responsabilidades diarias que el docente expresa, transmite y propone una manera de ser  en el mundo. En este sentido, la docencia estará caracterizada por crear el ambiente, ese mundo, de significados compartidos; escenarios en los que se apoye, facilite y medie la construcción de quien aprende, siempre entendiendo el aprendizaje como una resignificación social. Y he aquí el componente artístico de la docencia: es un poco de técnica pero mucho de inspiración para recrear esos mundos posibles. Educar es alumbrar personas autónomas, libres y solidarias. es ofrecer los ojos propios para que los alumnos  puedan mirar la realidad sín miedo.

Ser docente, no implica solo dictar horas de clases, sino dedicar alma. exige no solo ocupación, sino vocación de servicio., el genuino educador se esfuerza por ser verdadero amigo de cada uno de sus alumnos, ya que ellos son personas, con su propio mundo intelectual y emocional.; es necesario cooperar con ellos para que hagan el mejor uso de las posibilidades y potencialidades. Es triste comprobar cómo la mayoría de los docentes reducen su profesión a meros dadores de clases y creadores de planificaciones sin contextos, sin siquiera asomarse a la grandeza de lo que significa ser educador.
Ser docente, es ser un estilista de almas, un embellecedor de vidas; tiene una irrenunciable misión de partero del espíritu y de la personalidad. es alguien que entiende y asume trascendencia de su misión, consciente de que no se agota de impartir conocimientos o propiciar el desarrollo de habilidades y destrezas, sino que se dirige a formar personas, a enseñar a vivir con autenticidad,  sentido y  proyectos, con valores definidos, con realidades, incógnitas y esperanzas.
Ser docente, consiste en brindar vuelos de altura, sembrar utopía, estar siempre abierto a la aventura de lo desconocido, al riesgo de las cumbres, exploradores de nuevos horizontes y mundos más humanos construidos mas allá de los gritos y de la impaciencia.
Ser docente, es ofrecer una varita mágica a los niños  para que puedan volar con sus fantasías, recorrer los caminos de la imaginación, visitar estrellas y países encantados, hablar con mariposas y tulipanes, descubrir horizontes insospechados y descansar con el pecho de la luna. (http://sofiaambos.bligoo.com/content/view/275337/Ser-docente-es.html#.UYAeLqJg9Mg)
Sabemos que educar implica: compromiso, responsabilidad, vocación y amor por lo que hacemos.

Yo digo que ser docente, profesor o educador es ser una persona comprometido con la educación de los niños y niñas, conocer y entender las diferencias individuales de cada alumno, entregar valores, enseñarles a opinar con respeto, a reflexionar, a trabajar en equipo. Un docente debe creer plenamente en las capacidades de sus alumnos, por eso pensé al escribir en un cortometraje animado llamado The Potter (El alfarero). Fue creado por Josh Burton como su proyecto de tesis. El Alfarero relata la historia de cómo un maestro le enseña a su discípulo a darle vida al barro. Y como en todo proceso de enseñanza efectiva, si no hay magia, no hay transformación. Aquí se puede apreciar que se debe buscar despertar en otros seres humanos poderes, sueños y anhelos que están más allá de los  nuestros, siendo en ese proceso el cartero de lo esencial, es decir, transmitir valores al alma que complementen lo conceptual y que los ayuden a desarrollarse como seres completos trabajando con los talentos individuales  sin dejar de soñar en lo mágico de ver al mundo desde otras perspectivas.
Educar con el corazón… ser docentes desde el alma… hacer mágico el momento… buscar que las utopías dejen de serlo… creer es poder… cree en ti…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Secuencias Didácticas